¿Por qué Israel ha obtenido tantos puntos en el televoto? Las anomalías que indican que algo va mal en Eurovisión
Polonia y Armenia han sido los únicos participantes que no han otorgado puntuación a la región en guerra debido a un pequeño detalle

Eurovisión 2025 sufre anomalías en la votación popular. Países en contra de Israel le otorgan su máxima puntuación. / Harold Cunningham
¡Eurovisión 2025 ha llegado a su fin! La 69ª edición del festival europeo se cierra con la victoria de Johannes Pietsch, conocido artísticamente como JJ, y su canción Wasted Love en representación de Austria. Se trata de una propuesta muy cinematográfica, que fusiona el lírico y la electrónica, para contar un amor no correspondido a través de un símil con el mar. El joven de 24 años acumuló 258 puntos del jurado profesional que sumados a los 178 del televoto les ha convertido en el sucesor de Nemo. Por otro lado, nuestra representante Melody llevó a España al discreto puesto número 24.
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Sin embargo, JJ no ha sido el único protagonista en este viaje. Grandes temas, como los de Finlandia, Francia, Suecia o Países Bajos, quienes apuntaban alto en casas de apuestas, se han visto opacados por la distribución anormal del voto popular. En un evento donde sus espectadores está más que concienciados de la situación bélica vinculada a Israel, hasta hacerlo público en sus televisiones, un total de trece países le otorgaron sus 12 puntos, entre ellos España. Por supuesto, esto hizo que pasara de estar en la parte media baja (60 puntos del jurado) a casi ganar el concurso. ¿Por qué ha ocurrido esto?
Votaciones irregulares
Al finalizar la gran final, el pasado sábado, Tony Aguilar y Julia Varela anunciaban cómo quedaron distribuidos los puntos españoles en el televoto. No se daba crédito cuando en las pantallas se mostró que en el número 1 estaba Israel, seguido de Ucrania y Polonia. Esta tendencia se hizo presente también en otro países, como Bélgica. Este, al igual que España, lanzó un mensaje de paz por las víctima en Gaza al inicio de la emisión: ¿Por qué si están en contra de las acciones de Israel iban a votar por este país?
En redes sociales, se han hecho públicos una serie de tweets que muestran a usuarios activos del certamen comentando sus votaciones. La aplicación permite votar hasta 20 veces con distintas tarjetas de crédito, sin necesidad de identificarse. Este detalle es clave para comprender lo que compartía esta usuaria.
La responsable del post asegura haber votado hasta 60 veces a través de tres tarjetas de crédito procedentes de diferentes países. De esta manera, se traduce en una acumulación de puntos en las regiones en cuestión, a pesar de no estar presente en ese territorio. Otro usuario ha respondido que ha votado 100 veces a Israel usando cinco tarjetas distintas.
RTVE pide analizar las anomalías del televoto
Ante esta situación, Radio Televisión Española ha solicitado a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) la apertura de un debate sobre si "el sistema de televoto es el mas adecuado y los conflictos bélicos lo condicionan". Las posibilidades y especulaciones de fraude se han disparado, especialmente si se tiene en cuenta que el primer patrocinador del festival es Moroccanoil, una marca israelí.
Según ha confirmado la cadena pública, hoy van a emitir la iniciativa a la organización y "varios países también van a hacer la misma petición ya que consideran que el televoto está afectado por los conflictos bélicos que se producen actualmente". La realidad es que la balanza se ha decantado significativamente hacia dos países que no estaban en las quinielas de los seguidores del certamen en ningún momento de la temporada.
El objetivo que mueve esta anomalía
En una entrevista con la Cadena SER, Ignasi Guardans, exdirectivo de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), afirmó que la victoria en el televoto de Israel en Eurovisión respondió a una movilización política organizada. Según Guardans, no hubo manipulación tecnológica mediante bots, pero sí una campaña de voto promovida desde embajadas, comunidades proisraelíes y sectores de extrema derecha, lo que revela fallas en el sistema de votación del certamen, el cual —advierte— permite múltiples votos desde un mismo dispositivo y requiere una auditoría para evitar su instrumentalización.
Guardans también destacó que la controversia va más allá del concurso musical y está profundamente vinculada con la política internacional. Señaló que Eurovisión es un consorcio de televisiones públicas cuyos accionistas responden a sus respectivos parlamentos, y por tanto, no se le puede exigir al festival que actúe con criterios políticos que sus propios gobiernos no aplican. A su juicio, criticar a Eurovisión por no sancionar a Israel, mientras países como Alemania o Reino Unido no lo hacen, refleja una mala dirección del debate. Separar los errores en el sistema de votación del conflicto político mayor es, para Guardans, esencial para no desviar el foco del verdadero problema.
Polonia y Armenia han dado con la clave
De los 37 países participantes, solo dos no votaron a Israel. Y es que parece ser que Polonia y Armenia exigen un documento de identidad o pasaporte para registrar la tarjeta SIM que permite emitir la votación. Quizás, para próximas ediciones el certamen debería disponer de una serie de filtros que aseguren la procedencia de cada votante y así evitar los votos masivo y garantizar una competición justa.